Hace un par de meses, precisamente el año pasado (Cuack), se introdujo al debate de las consolas de 8va generación la posibilidad de que los juegos de segunda mano, es decir, usados, no podrían usarse sin antes pagar alguna licencia para validar su código, claro que todo esto eran rumores que fueron iniciados en torno a la nueva consola de Microsoft, la Xbox 720 como dicen algúnos o conocida como "Proyecto Durango".
Grandes analistas de la economía virtual pusieron el grito en el cielo criticando la medida, justificando que utilizando esa medida, se perderían ventas importantes, por ejemplo, si Microsoft utilizara la medida pero Playstation no, todos irían corriendo al sistema japonés, aparte de que se quita libertad al consumidor que no puede gastar esos 60 dolares que valen títulos como, Call of Duty por ejemplo.
Con el correr del tiempo el debate quedo en la nada, se filtraron muchas informaciones de las consolas hogareñas y ninguna incluía la tan mentada exclusión de los juegos usados, por ende, el tema se había terminado.
Esta semana, la empresa menos esperada, Sony, patentó un sistema mediante el cual cada videojuego tendrá un código que se asociaría a la cuenta de la consola del usuario de primera mano, como si de un pase online se tratara y que solamente de va a poder utilizar allí.Esto significa que si nos compramos un juego usado, como el código interno ya fue utilizado por consola de Sr. X, nosotros, vamos a tener que pagar un pase para poder utilizar el juego, es decir, que nos transformamos en el Sr. La Tenes Adentro.
Esto únicamente sucede si estamos conectados a internet, en el caso de que estemos fuera de la misma, podríamos usar el juego sin ningún tipo de perjuicio.
Brindando un poco de opinión a la nota, es algo totalmente absurdo bloquear el mercado de segunda mano, esta bien que se hayan creado los pases online, hasta ahí. Todos hemos comprado juegos usados o artefactos de segunda mano y lo seguiremos haciendo porque es una costumbre que el hombre tiene desde tiempos ancestrales, pero de esta forma se castiga tanto al consumidor de primera mano como al de segunda mano.
Ahora, si dejamos la hipocresía un poco de lado:
Casi todos tenemos una cuenta de Steam, la misma es un sistema bastante cerrado ya que no se pueden prestar juegos y los juegos que tengamos en nuestra cuenta son licencias que se pueden usar por única vez en nuestra cuenta.
Escrito por: Joaquin Frere
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